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9 octubre, 2019Peelings médicos
27 octubre, 2019Con el otoño y la disminución de la intensidad de la luz solar llega el momento de poder ocuparnos de las manchas de la piel.
Manchas cutáneas hay de muchos tipos, de diferentes colores, profundidades y posibles causas. Para todas ellas el momento es ahora.
El arsenal de armas para tratar manchas de la piel incluye:
- peelings
- mesoterapia
- micropunción (microneedling)
- tratamientos basados en energía como la luz pulsada o los láseres
- tratamientos cosméticos como Dermamelan
- tratamientos orales
Para saber cuál de ellos es el indicado hay que tener un conocimiento exhaustivo del tipo de mancha que vamos a tratar, causas, profundidad, tipo de pigmento y condicionantes individuales del paciente, así como un gran conocimiento de todas y cada una de las alternativas terapéuticas que vamos a manejar.
Algo sobre las manchas
La melanina es la responsable de la pigmentación constitutiva de la piel, que está programada genéticamente en cada persona. La cantidad y tipo de melanina determinan el gran espectro de tonalidades de color de la piel humana.
Los melanocitos, células de la epidermis que sintetizan la melanina la acumulan en unas organelas, los melanosomas, que transfieren a sus células vecinas que son los queratinocitos.
En una situación normal la formación y transmisión de la melanina se hace a una velocidad más o menos constante y de forma homogénea. En el caso de las hiperpigmentaciones este mecanismo está alterado bien en velocidad, cantidad o transmisión de la melanina, es decir, se produce en exceso, a más velocidad de lo habitual o se distribuye de forma irregular.
Igualmente puede darse un crecimiento exagerado de las propias células, los melanocitos que dan lugar a las manchas melanocíticas, o una producción exagerada de la melanina que da lugar a las llamadas manchas melanóticas.
Un factor importante a tener en cuenta para el pronóstico es la localización del pigmento. Las manchas en las que la localización de la melanina es profunda, en dermis, manchas dérmicas, tienen peor pronóstico que las manchas epidérmicas, aquellas en las que la melanina se encuentra por encima de la capa basal de la epidermis, por tanto más superficiales, más fáciles de tratar y de un pronóstico mejor.
Por tanto vemos que las diferentes coloraciones que muestra nuestra piel, tanto las normales como las patológicas, están condicionadas fundamentalmente por nuestra información genética, aunque esta se vea influenciada por situaciones fisiológicas como el embarazo, patológicas como la hemocromatosis, o factores externos como la radiación solar, cosméticos, alimentación o medicamentos entre otros.
Y no todo es melanina
En la pigmentación de nuestra piel también está involucrados pigmentos como el hierro o la hemoglobina.
Existen por tanto también manchas no melanocíticas.
La hemosiderina que es la forma en que el hierro de depositarse en los tejidos le da a la piel una tonalidad amarillenta.
Las zonas que vemos más rojas, eritematosas, son por un exceso de vascularización y con ello de la hemoglobina que viaja dentro de los vasos, como es el caso de las eritrosis, cuperosis o rosácea.
Y existen las manchas producidas por pigmentos exógenos como los tatuajes cuya aparición y por tanto tratamiento es completamente diferente.
Los tratamientos
Los tratamientos para las manchas de la piel tienen la doble finalidad de eliminar el exceso de pigmento así como moderar su síntesis.
- Los peelings, cualquiera de ellos, eliminan las capas más superficiales de la epidermis estimulando la regeneración celular. Aquellos que son específicos antimanchas poseen además otra serie de propiedades como es la de frenar la síntesis de melanina inhibiendo la actividad de ciertas encimas involucradas como es la tirosinasa, a través de diferentes mecanismos. Estas propiedades las poseen peelings con ácidos como el ácido kójico, azelaico, alfalipoico o retinoico entre otros. Existen otros ácidos como el ácido tranexámico que posee propiedades antifibrinolíticas incidiendo en la parte más vascular de las manchas de la piel.
- La infiltración en forma de mesoterapia o micropunción de principios activos despigmentantes así como de otros que mejoren el metabolismo celular como el plasma rico en factores de crecimiento, es otra forma eficaz de luchar contra las manchas cutáneas. Estas formas de tratamiento, especialmente la mesoterapia, nos ayudan a tratar manchas de peor pronóstico como son aquellas que tienen más profundidad como las manchas dérmicas o las mixtas. En estas el pigmento está bajo la capa basal de la epidermis por lo que no llegamos a él a no ser que sea atravesando esta barrera y accediendo a la dermis.
- Los dispositivos basados en energía como es para estos casos la luz pulsada (IPL) u otras fuentes de luz como los láser se utilizan para destruir el pigmento, y tendrán diferentes características físicas según el cromóforo, según el color y tipo de mancha que queramos tratar.
- Una vez hechos los tratamientos médicos, es imprescindible que el paciente siga un tratamiento cosmético domiciliario y, si es posible también oral, con los que seguirá aportando a su piel activos que frenen el mecanismo de formación de su mancha.
- Y protección solar constante, alta y de calidad.
Ahora es el momento
Sea cual sea el tipo de mancha en la piel el momento ideal para incidir en su tratamiento es cuando el estímulo de la luz del sol es menor, lo que en nuestra latitud ocurre en otoño e invierno. Ahora.
Dra. Montserrat Albarrán Gómez
Nº. Col. 30/28/49454
Médico Especialista en Ginecología y Obstetricia
Experto en Ginecología Estética Funcional y Regenerativa
Máster en Medicina Estética y Antienvejecimiento