¿Mejora instantánea del rostro? Ahora es posible
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En el rostro o en el cuerpo, superficiales o más profundas, producidas por diferentes tipos de lesiones… Existen mucho tipos y un sólo denominador común: el deseo de eliminar las cicatrices de la manera más eficaz y segura posible.
Muchas veces, lo primero que los pacientes nos preguntan es ¿se puede borrar totalmente una cicatriz? Evidentemente no hay una respuesta única para todos lo casos, pero en general es importante ser consciente de que no es posible quitar una cicatriz dejando en su lugar una piel completamente intacta. Sin embargo, los tratamientos actuales para borrar cicatrices pueden atenuarlas hasta el punto de que sean muy poco visibles o incluso imperceptibles.
Como decíamos al principio, el tamaño y profundidad de la lesión condiciona en gran medida el tratamiento. Para pequeñas marcas y cicatrices, existen innumerables remedios caseros y cremas que prometen grandes resultados. Para lesiones mayores se recurre a carboxiterapia o rellenos faciales. Pero cuando el tema es más serio, tradicionalmente era necesario recurrir a la cirugía para restaurar la apariencia original de la piel. Sin embargo, en los últimos años ha surgido una opción que por su sencillez y eficacia está desbancando al resto. Se trata del tratamiento de cicatrices con láser de CO2.
El láser de CO2 elimina la capa superior de piel que tiene cicatrices para que se produzca un nuevo tejido sano. También penetra en las capas medias de la piel tensándola y suavizándola, en la profundidad requerida. Es efectivo incluso en cicatrices profundas y relativamente grandes.
Antes de iniciar el tratamiento las consideraciones son muchas, por lo que te recomendamos que consultes con uno de nuestros especialistas. Para decidir la intensidad y profundidad del tratamiento tendrá en cuenta el tipo de cicatriz según su aspecto. Atrófica cuando tiene un aspecto hundido, hipertrófica cuando es elevada o queloide cuando hay exceso de tejido. Analizará por su color si se trata de una lesión blanquecina (hipopigementada) o bien de color rojizo (hiperpigamentada). También tendrá en cuenta el color de piel, cómo se originó y dónde se encuentra.
Los resultados dependen en gran medida del análisis previo y las habilidades de la persona que realiza el tratamiento con láser.
La consulta previa es fundamental. Te recomendamos que estés atento en esta fase a la experiencia de la persona que te realizará el tratamiento. Si alguien promete tratar tu cicatriz o te garantiza un determinado resultado antes de la consulta médica… aléjate! Cuando la persona que realiza el tratamiento con láser carece de experiencia médica y conocimientos especializados de la piel, es posible que no consigas los resultados que buscas.
El siguiente paso es la programación y la preparación para la intervención. En algunos casos es posible que sea necesario realizar hasta 4 sesiones con intervalos variables. También en determinadas ocasiones, el láser se combina con otros tratamientos para maximizar los resultados.
La intervención es rápida y sencilla, pero algunos cuidados previos son muy recomendables. Como primer punto, una adecuada protección solar es fundamental antes y después del tratamiento con láser. Si te presentas con un bronceado excesivo o una quemadura solar, no podrá realizarse.
Otras recomendaciones son dejar de fumar durante al menos 2 semanas antes del tratamiento, no tomar vitamina E, aspirina y otros medicamentos y suplementos que puedan retrasar la curación, dejar de usar productos para el cuidado de la piel que contengan un retinoide o ácido glicólico durante 2 a 4 semanas y tomar medicamentos para prevenir el herpes labial si eres propenso a desarrollarlo.
El día del tratamiento, evita el uso de lociones, desodorantes, perfumes o cualquier otro producto que pueda interactuar con el láser. La piel también debe estar limpia. Dado que es un procedimiento rápido y no excesivamente molesto, recibirás simplemente una crema o anestesia tópica.
El tratamiento con láser de CO2 para borrar cicatrices es totalmente personalizado, ya que funciona con un ordenador que permite al médico elegir los parámetros adecuados para cada paciente. El profesional elige la potencia, el tiempo, el tamaño de la lesión o su forma, para actuar en capas superficiales, intermedias y profundas según la necesidad.
Al finalizar la sesión, la piel estará enrojecida y notaremos una sensación de calor que desaparece en unas horas. En la semana posterior aparecen costras, hinchazón leve a moderada y progresivamente se irá renovando la piel.
Después del tratamiento deberás cuidar el área tratada en casa. Por ejemplo deberás proteger el área tratada del sol hasta que sane. Si los rayos del sol inciden sobre la piel tratada, puede desarrollarse otra cicatriz y afectar a la coloración final. Seguir las instrucciones del especialista para el cuidado tras el tratamiento, ayudará a que consigas los mejores resultados y a prevenir posibles efectos secundarios.
Generalmente, se observa una diferencia significativa en un solo tratamiento, pero si se realiza más de una sesión, se acumulan los resultados y aumenta la mejora.
Por último, ten en cuenta que los resultados tardan en aparecer. Unos días después las cicatrices se atenúan más y la piel queda más tersa, más suave y con un tono más uniforme. Puede llevar semanas apreciar los resultados finales e incluso la piel continúa mejorando durante los siguientes 3 a 6 meses, a medida que las nuevas células que se han activado continúan produciendo nuevo colágeno.
Si tienes una cicatriz y deseas tratarla de la manera más eficaz posible, incluye el láser de CO2 entre las mejores opciones, pero siempre de la mano de un especialista.