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La blefaroplastia no quirúrgica es la manera más sencilla de eliminar el exceso de piel de los párpados sin tener que pasar por quirófano.
Esa piel que nos sobra en el párpado superior y cae sobre el ojo restándole vitalidad, dando aspecto de cansancio.
O esa piel del párpado inferior que acompaña a las bolsas bajo los ojos, o tiene unas arrugas finas con piel deshidratada que no es posible eliminar de ninguna otra forma.
La mayoría de las personas, tanto hombres como mujeres, que acuden a consulta por este motivo, tienen claro que no quieren operarse.
La solución es conseguir que esa piel se retraiga sin necesidad de cortar, sin cirugía.
Cómo lo hacemos
Con el láser de CO2 conseguimos vaporizar de forma selectiva las zonas de piel sobrante, consiguiendo que esta se retraiga de manera inmediata.
Se trabaja punto a punto, con una técnica de medicina estética facial muy similar a la tecnología plasma, más conocida por el nombre del primer aparato del mercado en usarla, Plexr, pero de una manera mucho más precisa.
Con el láser de CO2 podemos elegir vaporizar de manera diferente cada zona del párpado según las necesidades como el tipo y grosor de la piel, cantidad de piel sobrante etc modificando los parámetros de nuestro terminal. Y cada disparo genera en la piel una retracción muy precisa y absolutamente igual a la anterior siempre que estemos usando los mismos parámetros.
Esto quiere decir que es una técnica muy segura no manodependiente como sí lo es la tecnología plasma cuyas lesiones pueden variar en cada punto dependiendo de la distancia entre la piel y el terminal y del pulso del terapeuta.
Solo con anestesia tópica en crema, en consulta y de forma totalmente ambulatoria eliminamos el exceso de piel de los párpados con una blefaroplastia sin cirugía.
Cuántas sesiones son necesarias
Generalmente una sola sesión es suficiente para completar la blefaroplastia.
En casos en los que el exceso de piel es muy llamativa podría ser necesaria más de una sesión.
Para quién estaría indicada
La blefaroplastia no quirúrgica estaría indicada para aquellas personas que presentan piel sobrante en los párpados en diferentes situaciones:
- Párpado superior con exceso de piel que envejece la mirada
- Bolsas en párpado inferior que no sean de grasa
- Líneas de deshidratación en la piel del párpado inferior
- Arrugas perioculares, “patas de gallo”
En los casos en los que el exceso de piel sea muy importante, una dermatochalasia de alto grado, podría ser necesario recurrir finalmente a una blefaroplastia quirúrgica.
Por ello, si se está pensando en hacer una blefaroplastia y se desea evitar una intervención quirúrgica, nuestro consejo es no retrasar demasiado una blefaroplastia no quirúrgica a fin de poder tratar un tejido de forma más temprana aumentando con ello las posibilidades de éxito.
Cuándo hacerla
Al ser un tratamiento con láser de CO2 en zonas visibles de nuestra piel, se recomienda hacerla en las épocas en las que la luz solar no sea muy intensa, por lo tanto en nuestra latitud en otoño e invierno.
Qué ocurre tras una blefaroplastia no quirúrgica con láser de CO2
Tras una blefaroplastia no quirúrgica con láser de CO2 la piel presenta unas lesiones puntiformes que enseguida se convierten en pequeñas costras que suelen caer en el plazo de unos 5-7 días, dando paso tras ello a la aparición de una piel totalmente renovada, a un resurfacing cutáneo, que en este caso va acompañado de la desaparición del exceso de piel de los párpados.
Como conclusión
La blefaroplastia no quirúrgica hecha con láser de CO2 es la gran alternativa para todas aquellas personas que presentan un exceso de piel en los párpados, bolsas, parttas de gallo o arrugas de deshidratación y no desean pasar por quirófano.
Y como consejo, cuanto antes mejor.
Dra. Montserrat Albarrán Gómez
Nº. Col. 30/28/49454
Médico Especialista en Ginecología y Obstetricia
Experto en Ginecología Estética Funcional y Regenerativa
Máster en Medicina Estética y Antienvejecimiento