Las hormonas bioidénticas son actualmente la terapia de reemplazo hormonal más eficaz, cómoda y con menos riesgos con la que tratar los efectos del descenso hormonal que ocurre por ejemplo durante la menopausia.
Los pellets, las hormonas subcutáneas o el chip de la juventud son solo unos cuantos nombres más o menos comerciales con el que se conoce esta terapia; pero son mucho más que eso.
La terapia de reemplazo hormonal con hormonas bioidénticas es, posiblemente, el mejor tratamiento que hay para tratar los síntomas y las enfermedades que se desarrollan a partir de la menopausia.
Son también un tratamiento para hombres. Son una manera eficaz de suplementar un descenso hormonal que igualmente se da en los varones a partir de cierta edad o a causa de diversas enfermedades.
Se trata, sin duda, de una de las formas más concretas que hay de hacer medicina preventiva. Una terapia con la que intentar seguir cumpliendo años sin acumular enfermedades.
Qué son las hormonas bioidénticas
Son unas hormonas que tienen una estructura interna prácticamente igual a las hormonas que produce nuestro propio cuerpo, de ahí el nombre de bioidénticas.
Se extraen de plantas, lo que hace que se las conozca generalmente como unas hormonas más naturales, y se preparan para uso humano en el laboratorio. Una vez listas se formulan en diferentes formatos para poder ser usadas por diferentes vías, siendo la más usada la vía subcutánea.
Actúan en nuestro organismo imitando las funciones de nuestras propias hormonas, remplazándolas cuando estas ya no están en los niveles adecuados como es el caso de la menopausia en las mujeres o el hipoandrogenismo que se da en ambos sexos.
En realidad esto también ocurre con las hormonas sintéticas, la diferencia es que las moléculas de estas hormonas de síntesis son menos parecidas a nuestras propias hormonas de forma que, aunque hagan las funciones que se esperan de ellas, también hacen otras muchas no deseadas y no siempre controlables.
La otra gran diferencia es su forma de uso que incluye vías de administración, principalmente de forma subcutánea en forma de pellets, y dosis administradas que se ajustan de forma individualizada para cada paciente.
Para quién son
Son tanto para mujeres como para hombres cuando se produce el descenso de sus niveles hormonales normales trayendo con ello un montón de síntomas que empeoran su calidad de vida y les hacen más tendentes a desarrollar enfermedades.
La situación más reconocida es, sin duda, la menopausia, el momento en el que la mujer sufre un descenso del nivel de estrógenos que produce el ovario que en ese momento deja de funcionar, lo que ocurre de media hacia los 50 años.
En el hombre el descenso de testosterona producida por los testículos es más gradual, comenzando generalmente hacia los 40 años y evolucionando de forma lenta, por lo que la mayoría de las veces es menos llamativo.
En ambos casos se empiezan a sufrir las consecuencias negativas del descenso hormonal con síntomas como la falta de energía o la disminución del deseo sexual entre otros muchos, algo que en nuestra sociedad está muy aceptado y para cuyo tratamiento se recomienda sobre todo adaptación.
Este es el paradigma que la terapia de reemplazo con hormonas bioidénticas ha venido a cambiar.
Beneficios de las hormonas bioidénticas
Son el tratamiento para todos aquellos síntomas y enfermedades que se derivan del descenso o la ausencia de ciertas hormonas en nuestro organismo.
Durante la menopausia
- Aumentan la sensación de energía, mejoran el cansancio físico y psíquico aumentando el bienestar general
- Mejoran el ánimo y el humor
- Mejoran la función y el deseo sexual (libido)
- Reducen la atrofia vaginal y todas las consecuencias que conlleva y que englobamos en el síndrome genitourinario de la menopausia (enlace a laser vaginal??)
- Mejoran la depresión y la ansiedad
- Mejoran la atención y la capacidad cognitiva
- Mejoran la memoria
- Mejoran el insomnio y aumentan la calidad del sueño
- Reducen el riesgo de osteoporosis y fracturas
- Ayuda a mantener la masa muscular y a disminuir la masa grasa
- Reducen el riesgo de enfermedad metabólica
- Reducen el riesgo de enfermedad cardiovascular
- Enlentecen el proceso de envejecimiento reduciendo el riesgo de enfermedades degenerativas
- Y, por supuesto, aunque esto no sea lo más importante, reducen los sofocos
En los hombres
- Disminuyen el cansancio físico y psíquico y aumentan la sensación de energía
- Mejoran el ánimo y el humor
- Mejoran la libido y la capacidad de erección
- Mejoran la densidad ósea, ayudando a mantener la estatura
- Aumentan y ayuda a mantener masa y fuerza muscular
Las hormonas bioidénticas en su uso actual aportan más beneficios en nuestra salud y calidad de vida que cualquier otro tipo de terapia de reemplazo.
Esto es debido sobre todo a la hormona que mayoritariamente se utiliza para este tipo de terapia es la testosterona, que tiene claros efectos beneficiosos en aspectos como el ánimo, la energía, la libido o la masa muscular y el descenso de la grasa que no se dan en otras hormonas más utilizadas en las terapias hormonales más estándar como la terapia con estrógenos.
Otro de sus grandes beneficios es la vía de administración, mayoritariamente subcutánea en forma de pellets o comprimidos que se introducen bajo la piel y que mantienen un efecto terapéutico durante meses. La mayoría de las terapias hormonales al uso se deben hacer de forma diaria o, como mucho, semanal, haciendo que los y la pacientes en muchos casos abandonen los tratamientos.
Hormonas bioidénticas y medicina preventiva
Más allá de una terapia con la que mejorar síntomas y situaciones específicas derivadas de la falta de hormonas, son un pilar muy importante de una medicina que se practica poco que es la medicina preventiva.
Los déficits hormonales provocan muchos más perjuicios que los simple sofocos, insomnio o falta de deseo sexual.
La reducción o la ausencia de hormonas como la testosterona o los estrógenos acaban produciendo enfermedades no menores que merman nuestra calidad de vida y aceleran nuestra vejez.
Así son por ejemplo:
- El síndrome metabólico
- Hipertensión
- Enfermedad cardiovascular
- Arteriosclerosis
- Infarto agudo de miocardio y enfermedad coronaria
- Osteoporosis y fracturas
El reemplazo hormonal con hormonas bioidénticas:
- mejora el perfil metabólico, el perfil lipídico, la masa muscular y la cantidad y distribución de la grasa corporal.
- disminuye por tanto nuestra tendencia a engordar y con ello la cantidad de proteínas proinflamatorias que se sintetizan en nuestra masa grasa.
- mejora nuestro perfil de oxidación y educe la inflamación de bajo grado que están tan íntimamente relacionadas con el desarrollo de enfermedad de cualquier tipo.
- La mejoría del perfil lipídico también disminuye el riesgo de arteriosclerosis y con ello de enfermedad cardiovascular, enfermedad cardiovascular e infartos.
- aumenta la masa ósea previniendo una enfermedad degenerativa tan frecuente como es la osteoporosis.
Por todo ello se puede considerar esta terapia como uno de los más importantes pilares de la medicina preventiva.
Y por las mismas razones también es uno de los pilares más importantes de la medicina antienvejecimiento.
Preguntas frecuentes
Como ya hemos comentado, aunque pueden usarse por diferentes vías, la vía de elección suele ser en forma de pellets subcutáneos.
Tras una consulta en la que se valora la situación del paciente, se hace una exhaustiva analítica en la que se comprueba el déficit hormonal.
Con las dosis adecuadas y concretas para cada paciente, se instaura el pellet de forma subcutánea, generalmente en el glúteo, siempre bajo anestesia de forma que resulte del todo indoloro.
Dependiendo del paciente y las dosis administradas el pellet dura entre 4 y 6 meses, tiempo durante el cual sigue con su vida sin tenerse que preocupar del tratamiento.
Sólo se encuentran en clínicas especializadas en hormonas bioidénticas, y deben ser insertadas por un especialista en la materia.
No son medicamentos estandarizados de venta libre en farmacias.
Para comenzar un tratamiento de reemplazo de este tipo es absolutamente imprescindible una valoración médica y analítica que establezca un diagnóstico y con el que valorar la situación de cada paciente.
Para este tipo de terapia es importante señalar que se debe hacer una valoración global de la salud del paciente, no solo de las hormonas sexuales sino de todas ellas sin olvidar nunca hormonas tan importantes como las hormonas tiroideas y otras como la vitamina D que hoy es ya considerada una hormona. Un perfecto balance entre ellas es la clave para un buen funcionamiento de nuestro organismo. Esto hace de esta terapia un ejemplo claro de medicina integrativa, una medicina en la que se enfoca a cada paciente de manera global.
Con los datos clínicos y analíticos se decide qué hormonas son las que necesita cada paciente y la dosis más adecuada de cada una.
A medida que avanza el tratamiento y en función de la evolución se evalúa si es necesario cambiar las dosis o permanecer con las que se han usado hasta ese momento.
Este manejo tan a medida es otra de las peculiaridades de esta terapia que la hace tan eficaz, cómoda y atractiva.
Cada vez son más los estudios que parecen indicar que las hormonas bioidénticas son más seguras que las hormonas sintéticas con las que se hacen más habitualmente las terapias de sustitución hormonal.
Quizá la razón sea precisamente con su gran similitud a las hormonas que naturalmente produce nuestro organismo.
Hay incluso estudios cuyas conclusiones son precisamente que pueden tener incluso un efecto protector contra el cáncer de mama o de próstata.
El caso más claro sucede con la hormona llamada progesterona, que en sus formas de imitación sintética es la parte de los tratamientos más relacionada con cáncer de mama mientras en su forma bioidéntica parece tener un efecto protector.
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