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Las verrugas genitales son la manifestación visible de la infección por una o más de las casi 100 cepas reconocidas del virus del papiloma humano (VPH). El VPH es la enfermedad de transmisión sexual (ETS) más común en todo el mundo y es responsable de varios tipos de cánceres y lesiones. Se estima que más del 80 por ciento de las personas, mujeres y hombres, sexualmente activos resultarán infectados en algún momento.
Este tipo de verrugas aparecen en zonas genitales como el escroto, el cuerpo del pene, la corona y debajo del prepucio, así como en la región perianal de los hombres y pueden tener diferentes tamaños y formas. Se ha descubierto que las verrugas genitales repartidas por varios puntos conllevan un riesgo casi tres veces mayor de recurrencia en comparación con las lesiones localizadas.
Suelen ser asintomáticas, pero provocan sentimientos de vergüenza e incluso ansiedad tanto en los pacientes como en sus parejas. Esto dificulta o impide en muchas ocasiones la consulta con un especialista, pudiendo afectar a la sexualidad y a la calidad de vida.
Detección del problema
El período de incubación del VPH puede oscilar entre 3 semanas y 8 meses antes de entrar en la etapa en la que se observa la manifestación clínica.
Las verrugas genitales se diagnostican mediante inspección visual. El color varía de color carne a blanco, rosa o marrón y pueden aparecer como placas papilomatosas o lesiones planas con formas únicas o múltiples que pueden aumentar en número y tamaño.
Antes de iniciar el tratamiento, es importante el diagnóstico preciso de un especialista como los que encontrarás en Artemédica en Murcia.
Tratamiento de verrugas genitales en hombres
Se han descrito diferentes modalidades de tratamiento para las verrugas genitales, basadas en eliminación, vaporización o extirpación mediante técnicas quirúrgicas o medicamentos.
Lógicamente, se considera el tratamiento ideal aquel que elimina las lesiones por completo con una cantidad mínima de dolor, hiperpigmentación, cicatrices, efectos adversos locales y tasas de recurrencia más bajas.
Esto se consigue con terapias ablativas físicas en comparación con las terapias con medicamentos. Concretamente, el láser de CO2 y la crioterapia son los métodos de tratamiento ablativo físico más eficaces y seguros.
La crioterapia es económica, de fácil aplicación y con un rápido efecto destructivo y sin apenas efectos secundarios, excepto algunos locales como la formación de ampollas y la necrosis local. Sin embargo, rara vez se genera hipopigmentación o cicatrices. La curación generalmente ocurre en 1-2 semanas después de la crioterapia, aunque a veces la curación completa puede demorar más de 2 semanas.
Por su parte, el láser CO2 para eliminación de verrugas genitales en hombres es un tratamiento más sofisticados y es el recomendado para las anorrectales, penales y uretrales.
La terapia con láser necesita anestesia local en la mayoría de los casos, sin embargo, puede usarse en lesiones extensas y gruesas de manera efectiva, ya que puede penetrar las lesiones más profundamente de lo que lo hace la crioterapia.
El tratamiento con láser CO2, por su curación rápida, tasa limitada de complicaciones, tasas de infección y recurrencia, y riesgo mínimo de cicatrización, podría considerarse como un método terapéutico seguro y efectivo para las verrugas genitales
La vaporización con láser de CO2 es un método eficaz y seguro para el tratamiento de las verrugas genitales y se puede realizar de forma ambulatoria.
Un caso de estudio
Ciento sesenta pacientes, con verrugas genitales externas, se dividieron en dos grupos. Cada grupo estaba formado por 80 pacientes tratados con láser CO2 o crioterapia y se evaluaron las tasas de aclaramiento y recurrencia durante 3 meses.
Se logró un aclaramiento completo en 76 lesiones (95%) tratadas con láser de CO2 y 37 lesiones (46,2%) tratadas con crioterapia.
En el grupo de láser de CO2, las lesiones solo requirieron un tratamiento para desaparecer, mientras que en el grupo de crioterapia, las lesiones requirieron de dos (12%) incluso hasta tres (12,2%) tratamientos para que en algunos pacientes desaparecieran por completo. La terapia con láser se asoció con una menor tasa de recurrencia en comparación con la crioterapia (0,05% vs 0,18%).