Día Mundial contra el Cáncer de Próstata
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22 febrero, 2016Quiero dedicar el artículo de ésta semana a algo muy común en nuestros días y que tiene un gran impacto tanto familiar, personal como social: el cáncer de mama.
Me quiero referir a todos los cambios por los que la mujer pasa y cómo estos pueden afectar a su sexualidad. Ya sé que muchos de vosotros diréis, “bastante tiene con hacer frente al cáncer, como para preocuparse del sexo”, efectivamente, las necesidades básicas se priorizan, y la supervivencia es la que prima sobre todas las demás, hasta ahí estamos de acuerdo, pero…¿ qué hay del impacto que supone la mutilación de un seno en la imagen corporal de esa mujer, su reflejo sobre la feminidad y su necesidad de sentirse deseada por su pareja?. Son cambios muy importantes y que se deben afrontar y tener en cuenta, el cáncer puede llegar a ser superado pero las secuelas psicológicas pueden perdurar toda la vida si no se dedica la atención necesaria.
Una paciente la cual había sido mastectomizada de uno de sus senos, había terminado con la quimioterapia y tras todas las revisiones le dieron el alta como que ya estaba totalmente recuperada, me decía “ Sandra, desde que estoy enferma parece que mi vida sexual a sido una montaña rusa, pasé por el rechazo a mi pareja, evitando que me viera desnuda, y aunque él seguía igual o incluso más atento que antes, yo no quería enfrentarme al momento de irme con él a la cama”mi corrección automática fue decirle que ella no estaba enferma, lo cierto, es que había pasado por una enfermedad, la cual estaba superada a nivel físico, pero el rol de enferma no tenía que seguir asumiéndolo, lo cierto es que ella se sentía enferma a nivel emocional.
La pareja en estos casos es un factor determinante e importantísimo desde el inicio del diagnóstico de cáncer y muchas son las respuestas de estos hombres, que independientemente de su amor, hay que admitir que son inexpertos y afrontar esa situación supone un impacto brutal. Muchos de ellos evitan el contacto con su mujer porque creen que ella se sentirá incómoda, otros acarician pero no tocan la parte del pecho operada cuando antes era de lo que más les gustaba, otros en un esfuerzo de normalizar la situación presionan para que ella entienda que no ha cambiado nada, y lo cierto es que ha cambiado y mucho. Cuando no tocas, no miras, no hablas… estás diciendo mucho. La comunicación es fundamental, expresar los miedos, complejos, sentimientos y emociones es fundamental en la pareja siendo el momento y el cómo se expresan incluso más importante.
Tras la operación, la mujer se siente despojada de uno de los rasgos que la definen como mujer, su atractivo físico, el deseo de sentirse deseadas se mutila de forma inminente. Tras la quimioterapia, otro de los aspectos que influye en su autoestima es la caída de pelo, y en muchas de ellas se adelanta la menopausia, con lo cual la infertilidad aparece y su impacto puede ser mayor si esa mujer es joven y pensaba tener hijos.
“… creía que nunca diría esto, pero hoy por hoy, puedo decir que el cáncer ha servido para fortalecer mi matrimonio, pocas cosas pueden sobrevenirnos después de esto que puedan desestabilizarnos…”
Afortunadamente hay parejas que salen fortalecidas de estas situaciones, sin embargo hay otras personas que ven pasar los días y sienten en lo más profundo que algo no va bien, para ellas, recalcar que buscar ayuda especializada puede ser un alivio a ese malestar. Mis recomendaciones son pedir ayuda cuando lo consideren necesario, con respeto, comunicación y ternura se pueden conseguir que esa etapa sea algo transitoria y puntual y que al final como todas las experiencias por las que pasamos a lo largo de nuestra vida, nos sirva para aprender de ellas y salir fortalecidas.
SANDRA SÁNCHEZ VILLEGAS
PSICÓLOGA GENERAL SANITARIO
Nº COLEGIADO MU02459