¿Tengo Hiperlaxitud Vaginal?
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Si es así tienes lo que se llama incontinencia urinaria de esfuerzo, en mayor o menor grado dependiendo de si la pérdida es de mayor o menor cantidad de orina.
La incontinencia urinaria de esfuerzo es la forma más frecuente de todas las incontinencias urinarias, y es mucho más frecuente en el sexo femenino tanto por motivos anatómicos como el tener la uretra más corta que los varones, como por la distensión que llega a sufrir en procesos como el embarazo o el parto.
Existen otras formas de incontinencia como la urgencia miccional, vejiga neurógena o incontinencias mixtas entre otras, cuyo enfoque es diferente y que no son objeto de este artículo.
Causas
Con el paso del tiempo la musculatura del periné y en concreto en el caso que nos ocupa la musculatura que se encarga de cerrar la uretra, pierde tono, el tejido conectivo se vuelve más laxo y cambia el ángulo vesicouretral. Todos estos cambios anatómicos hacen que disminuya la fuerza de cierre de la uretra de tal forma que, aunque en condiciones normales podamos contener el paso de la orina, en momentos de aumento de presión abdominal como ocurre con los golpes de tos o la risa dicha fuerza de cierre no sea suficiente y se nos escape la orina.
Soluciones
El tratamiento va a variar dependiendo del grado de incontinencia.
Si la incontinencia de esfuerzo es leve o moderada el tratamiento de elección ahora mismo es el láser ginecológico de CO2.
Otro tratamiento, muy novedoso pero ya de probada eficacia es Emsella, una silla de estimulación electromágnética para el suelo pélvico que trata patologías como la incontinencia urinaria, tanto femenina como masculina.
Y es así de fácil
El láser vaginal de CO2 ofrece una solución en el marco de la ginecología funcional y regenerativa, ambulatoria, indolora y muy eficaz, avalada ya por cada vez más bibliografía científica.
El láser de CO2 se aplica en la vagina con unos dispositivos cilíndricos específicos que mediante un scanner consiguen impactar de forma fraccionada en toda la circunferencia y longitud de la pared vaginal estimulando cambios regenerativos que tensan y reepitelizan la mucosa vaginal, y devuelven espesor, fuerza y elasticidad al tejido conectivo subyacente. Para la incontinencia urinaria de la que hablamos el resultado es un mejor cierre uretral que permite compensar el aumento de presión abdominal y con ello contener la orina de forma adecuada incluso en momentos de máxima presión puntual como es la tos, la risa o el estornudo.
Para incontinencia urinaria de esfuerzo grave el tratamiento con láser de CO2 produce mejorías significativas, pero los índices de curación no suelen ser totales, por lo que finalmente puede llegar a ser precisa la cirugía. En estos casos graves hay que valorar en cada caso concreto la indicación de tratamiento con láser de CO2 o no dependiendo sobre todo de si una mejoría podría ser un resultado aceptable, por ejemplo en pacientes que no deseen operarse o presenten alguna patología que contraindique la cirugía.
La cirugía era de los pocos tratamientos que se podían ofrecer hasta hace muy poco. Aparte de cirugías más complejas que ya no son de primera elección, las cirugías que se vienen haciendo los últimos años consisten básicamente en la colocación de bandas o mallas por delante de la uretra con la intención de generar la producción de colágeno alrededor de este cuerpo extraño y con ello aumentar el espesor del tejido conectivo parauretral mejorando así su capacidad de cierre.
Esta cirugía, aun siendo un tratamiento eficaz, en muchas ocasiones presenta como efecto indeseable molestias en la zona que además se agravan con el coito, de tal forma que se consigue curar la incontinencia pero se deja a la paciente con una dispareunia que puede llegar a impedirle tener relaciones sexuales.
Un tratamiento que siempre está indicado es la fisioterapia del suelo pélvico. Por sí solo puede no llegar a dar resultados del todo satisfactorios, pero es perfecto como tratamiento complementario tanto al láser de CO2 vaginal como a la cirugía.
Por último, también hay tratamientos médicos para la incontinencia urinaria, si bien en concreto para la de esfuerzo, dado que se presenta de forma intermitente, no suelen prescribirse por no compensar sus efectos secundarios a nivel sistémico.
Cómo se valora el grado de incontinencia
Existen diferentes test validados que con la simple respuesta a preguntas sencillas de frecuencia y cantidad de las pérdidas pueden darnos una valoración bastante precisa del grado de gravedad de la incontinencia de esfuerzo que se presente.
Así mismo el ginecólogo debe valorar la presencia o no de patología añadida como prolapsos uterinos, apertura o hiperlaxitud vaginal y con ello indicar el tratamiento más adecuado en cada caso.
En nuestra Clínica Artemédica disponemos de unos de los mejores láseres de CO2 para uso vaginal del mercado actual, además de un servicio de Ginecología y Urología para hacer un diagnóstico adecuado.
Si tienes algún tipo de incontinencia no dudes en consultarnos.
Dra. Montserrat Albarrán Gómez
Nº. Col. 30/28/49454
Médico Especialista en Ginecología y Obstetricia
Experto en Ginecología Estética Funcional y Regenerativa
Máster en Medicina Estética y Antienvejecimiento